miércoles, 22 de julio de 2020

Solo/a.


Hoy escribo porque a veces pasa que es lo único que me queda -después de descargarme con "le streghe".
No le tengo miedo a la soledad, ni a estar sola. Es algo con lo que ya estoy cómoda. Y a pesar de mi edad, 35 años no me da vergüenza, aún no pierdo las esperanzas de encontrar un compañero. 
Pero no estoy aquí por eso. 
Estoy aquí por la hipocresía del día a día, del "hoy por mí pero nunca por tí", del "puedo disponer de tú tiempo pero no compartir el mío", del "soy bueno con todo el mundo pero solo de la puerta para afuera"... creo que nos entendemos ¿no?
Como dicen por ahí "cada casa es un mundo" y siempre nos toca a los boludos dispuestos hacer lo que corresponde porque el otro -el duque de Cambridge como le digo últimamente- no puede perder el tiempo dándole una mano a alguien que lo necesita.
Total la boluda va y listo ¿no?
En conclusión, si llego a la vejez sola espero no ser una carga para nadie. Tengo mucha gente que me quiere y me acompaña cuando lo necesito, eso lo sé, pero cada vez me cuesta más creer en la gente.
Hoy todo es blue.

martes, 14 de julio de 2020

La cuarentena o el tiempo en el que nos enfrentamos a la soledad.



La cuarentena puso sobre la mesa un tema que ha puesto en jaque a más de uno. 
Para los que están en pareja el desafío de convivir en el encierro, sin tiempo de esparcimiento ni tiempo a solas con uno mismo o sentir la soledad a pesar de que estamos acompañados.
Para los que están solos la difícil tarea de enfrentarse a la soledad.
Sea como se la situación de cada uno, este tiempo nos puso de frente a la soledad.
El ser humano es un ser social, no nació para estar sólo pero dejando de lado esa necesidad vital de la supervivencia ¿por qué nos cuesta tanto estar en soledad? No tengo una verdad absoluta, ni jamás pretendería tenerla, pero para mí la verdadera pregunta que merece hacerse es: ¿por qué tememos tanto enfrentarnos a nuestra soledad? ¿A qué fantasmas nos enfrentamos realmente?
Sólo en soledad podemos enfrentarnos a nosotros mismos, a nuestras mentiras y verdades, a quiénes somos verdaderamente. 
Este tiempo ha traído consigo un período de introspección, tiempo de mirarnos al espejo de verdad, sin poder rehuir la mirada, tiempo de depresión y de velos descubiertos....que con un poco de suerte aprovecharemos a nuestro favor.
Saldremos de esto mucho más fuerte, conocedores de cada recoveco de nuestro ser, sabiendo valorar cada día esas cosas simples como un abrazo y la calidez de nuestras personas. Sin falsas promesas o caretas. Si postergar lo que amamos porque estamos demasiados ocupados. Sin dramas innecesarios -salvo en la ficción. 
Esta es una oportunidad única en nuestras vidas ¿por qué no sacar lo mejor de este momento de crisis?