lunes, 29 de febrero de 2016

Downsize!

Hace algún tiempo empecé a interesarme en el fenómeno "tiny" o "downsize", es decir, pensar en disminuir a conciencia nuestras vidas. No sé si estos términos están usados correctamente, y no es precisamente la definición pero así lo entendí.
Siempre fui bastante creativa y la verdad es que hace un año pude poner en práctica este lado mío. Invertí mis ahorros, que no eran muchos, para arreglar mi casa; lejos estoy de tener mi propia casa, es decir, de construirla, así que estoy viviendo en la casa o mejor dicho departamento que era de mis papás. Mis ahorros se fueron en arreglos de albañilería y pintura, tuve algunos aciertos y otros no tantos, errores de alguien que no tiene experiencia en este campo más que una gran imaginación y miles de programas y vídeos de decoración vistos. La cuestión es que al cabo de casi tres semanas no me quedaba dinero para comprar nada, y mis muebles son herencia y casi todos en bastante mal estado, pero era -y es- todo lo que tengo. Sin presupuesto, tenía que arreglármelas para lograr que mi casita (baño, cocina-comedor y habitación) quedara como yo quisiese, y cumpliera con los espacios que quería lograr. 
Inspiración no me faltaba, como diy voraz consumidora de tutoriales, había visto muchos vídeos y tenía una idea de cómo dar vuelta toda mi casa y duplicar el espacio. 
Eso sí, una cosa es pensarlo y otra cosa fue llevarlo a cabo. Me llevó casi tres días, y muchos otros más, el terminar de poner todo en su lugar. Mudé mis cosas a la que era la habitación de mis papás, que es la habitación más grande y allá mudé mi cama, mi biblioteca, mi escritorio, mudé toda mi ropa al ropero de mis viejos (un caos total) y los muebles que usaba en mi casa para guardar mis cosas las llevé a cocina, que es donde se vió el cambio más rotundo. La cocina quedó más abierta, con más espacio para transitar y lugares de almacenamiento al poner allí un chifonier (que además sirve como mesa para el televisor), una alamacenero donde guardaba cosas random para que no quedaran a la vista y un mueble que hace mucho está en casa y que no se lo pienso dar a mi hermano, ¡es mío!, que lo uso como divisor entre cocina y comedor, y sirve además como isla. 
En fin, en todo este proceso empezó en mí la idea de pensar a conciencia de lo que me rodea, de lo que necesito de lo que no, de lo que quiero y es útil, de lo que es sólo un adorno. Aún me falta muchísimo, pero este año seguiré trabajando para disminuir de lo que no quiero, de lo que es innecesario y de lo que pertenece o no a mi hogar. 
Por lo pronto, intento transmitir esto en otros aspectos de mi vida, como por ejemplo en disminuir mis porciones de comida, de comer sano y disminuir mi talla. Quiero sentirme bien. Con lo que soy, con lo que tengo, con lo que hago y con lo que creo.  

miércoles, 17 de febrero de 2016

Dos voces


Dos voces gritan en silencio
batallan sin llegar a ningún sitio
buscan una respuesta y lo único que es escuchan
es: ¡no vale la pena!
¿Y si tan sólo vale por gritar?
¿Por ser lanzada al aire y ya?
Voy y vengo sin cesar
Nada y todo por perder
Sinsentidos y ¿qué hacer?