lunes, 18 de mayo de 2015

La palabra con "C"

Llegó silenciosamente sin llamar.
Nadie la esperaba, aunque en el fondo todos le tememos.
Nos devastó por completo ¿cómo no dolerme? ¿cómo no implorar tu sanación querido tío?
Y pido, a mi manera, nunca se me dieron bien las oraciones y plegarias, pero a mí manera sé que Él me escucha.
Pido por tú sonrisa y tú alegría, porque sos como un padre, el tío jocoso que siempre tenía algo para decirme y por sobretodo una buena persona.
Y es injusto. Y me enojo.
Sólo desearía poder tener mis manos la capacidad de sacarte el dolor, de no verte caer y sufrir.
Quiero, y todo el que te conoce quiere, tenerte por mucho tiempo. No quiero que esa enfermedad maldita, el cáncer, empañen y envenen tus días. Porque no te lo mereces, tú familia no lo merece y tampoco la gente que te quiere.
Te quiero y quiero lo mejor, te quiero ver bien tío, sano y fuerte para que vuelvas a ser a toda hora vos: alegre, fuerte, bruto y lindo.
Te quiero bien y luchando, para seguir creando recuerdos e infinitas risas.
Rezo, imploro y quiero que estés bien.