No les importo y ya ni sé si me importa.
Sólo sé que necesito con urgencia salir de mi cabeza.
Dejar de pensar y gastar tanta energía en cosas y personas que realmente no sé si valen tanto la pena, solía pensar que sí... ahora, ya no estoy tan segura.
No debería esforzarme tanto, el amor y el cariño genuino no debería sentirse tan agotador.
Tan poco deseable.
Tan amargo.
Sólo sentía la necesidad de salir de mi cabeza.
Por un momento dejar de pensar lo que pienso, dejar de sentirme no deseada, no querida, aburrida y sin sentido.
Sólo quiero que mi vida tenga la gente, los espacios y el soundtrack que amo... ¿es tan difícil?
martes, 22 de enero de 2013
miércoles, 9 de enero de 2013
Cartas a NB
Querido NB:
Otra vez
los sueños te trajeron a mí, en una pesadilla y un recordatorio de que no te
puedo olvidar por el simple hecho de proponérmelo… porque esas cosas no se
racionalizan. Al menos no vino en forma de insomnio que fue como todo esto
comenzó.
Sólo
bastó que ella te nombrara para que surgiera en mí un malestar que no puedo
definir bien, es un poco de rabia mezclado con miedo, porque toda la que tenga un poco de
seguridad en sí misma representa una amenaza para mí. Sé que no sos un santo
pero las caras desconocidas no me afectan tanto como ver a una de mis amigas
hacer lo que yo no puedo hacer.
Y así
que aquí estoy tratando en vano de sacar esto de mis sistemas. Desearía haber
despertado veinte minutos antes y no haberlo soñado en absoluto, ahora lo voy a
tener rondando en mi cabeza y en mi corazón, esta miseria que me acongoja y me
provoca unas enormes ganas de tirarme a la cama y llorar como una idiota.
¿Qué soñé
me preguntarás? Soñé que no esa que me llamó, y se supone que no te hablas, sino
alguien más cercano a nosotros, hacía lo que yo no tengo el valor de hacer.
Dijo que te quería y ahí estaban los dos retozando de alegría entre abrazos y
besos. Y yo, ahí como una idiota partiéndose mi corazón. Pero esta vez hice
algo que se supone no tengo el valor de hacer, antes que nada fue una escena
digna de ser llamada dramática, como toda esta carta creo, me plante en medio
de su felicidad y me importó un comino arruinarles el momento. ¿Y qué fui lo
que dije? “Yo también tengo algo que decir –hace dos años ya- yo también te
quiero”, dije mientras tragaba fiero y evitaba que las lágrimas comenzaran a
confluir. Y después los desterré a los dos de mi vida, y salí huyendo a
esconderme y sollozar como una loca.
Lo aún
más extraño fue la mirada de ella… no sé, era una expresión de lamento y algo
más. No sé porque se me quedó grabada tan firmemente, porque en la realidad a
ella le importan más sus sentimientos que la de los demás.
Aquí estoy,
escribiendo una carta que jamás leerás.
¿Por
qué no puedo arrancarte de mí? ¿Por qué me gusta alguien que ni siquiera como
amigo se interesa tanto en mí? ¿Por qué me hago esto a mí misma?
Porque
a pesar de todo aún estas en mi cabeza ¿y en mi corazón? No sé si es verdadero
o una mera ilusión… solo sé que aunque fue una pesadilla dolió como el más acertero
puño en todo mi cuerpo.
Ojalá
tenga el valor suficiente para alguna vez decírtelo en la cara… me gustaría una
señal de tu parte que no voy a estrellarme de lleno en la nada.
¿Por
qué las cosas no pueden ser más simples? ¿Por qué en vez de temer perderte no
pienso en que tal vez podría ser?
Eso
es todo por ahora…
Noelia A.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)